Entrevista de los canales de televisión (Colonia)
Momentos en que la marcha pasaba por el edificio de la Intendencia Municipal de Colonia
Pasacalles en la marcha de Colonia
Carteles en la marcha de Colonia
Viviendas tapiadas en Colonia
Canales de televisión en concentración en Montevideo
Intimaciones que llegan a Cooperativas de COVIPRO-CH
Cooperativas de Treinta y Tres en movilización (Montevideo)
Movilización que llega a las puertas del Ministerio de Vivienda
Concentración en Ministerio de Vivienda (Montevideo)
Concentración en las puertas de la ANV (Montevideo)
Volantes por el aire - ANV - Montevideo
Concentración en las puertas del Ministerio de Vivienda (Montevideo)
Cooperativa Ansina I en movilización (Montevideo)
Volantes en el departamento de Colonia
Volantes en el departamento de Montevideo
Volantes en el departamento de Montevideo
Foto publicada en "LA DIARIA"
Foto publicada en "LA DIARIA"
ARTICULO
Huidas
Por Sergio Requel
Las movilizaciones populares suelen revelar el temple de muchos gobernantes. Lo venimos comprobando desde hace tiempo, especialmente con la izquierda en la administración, cuya postura no siempre es tan fiel a las opiniones que tuvo en la oposición. Nervios, adjetivos fuera de lugar, intransigencia, histerias varias han sido en muchas ocasiones la respuesta a la gente movilizada. En otros casos, en cambio, hay jerarcas que se reconocen más dentro de esa muchedumbre sin asumir que ahora son el objeto mismo del reclamo, de su intervención o de que pongan en evidencia la autoridad que los inviste para resolverlos.
El pasado 28 de diciembre COVIPRO-CH se concentró en la ANV y luego en el MVOTMA. Y la inmensa mayoría quedamos desconcertados cuando vimos que la Ministra se “escapaba” por una puerta lateral (he buscado denodadamente otra palabra para apelar al hecho, intentando esquivar la dureza del lenguaje, pero no encontré un sinónimo válido) ignorando así a centenares de cooperativistas que buscan una respuesta a citaciones y amenazas provenientes de la administración que ella representa. Hubo que convencer a muchos de los que allí estaban que la Arq. Muslera pertenece al mismo gobierno (incluso al mismo sector) que el Presidente Mujica, quien no esquiva al gentío y se entrevera en charlas y debates en cualquier oportunidad.
Hasta ahora nadie ha levantado seriamente los argumentos que nos llevaron a movilizarnos. Ningún jerarca ha dicho que él –o ella- firmaría un acuerdo por un cuarto de millón de dólares de deuda al 7% de interés, como pretenden que algunos cooperativistas hagan; nadie aún ha reconocido el error –horror- de amenazar con remates o Clearing a gente que está pagando: como mucho el Ec. Mendive dice que se puede solucionar, pero hasta hoy no lo ha hecho la Institución que dirige a pesar de estar al tanto desde el 14 del corriente; ninguna autoridad ha reconocido –aunque lo preocupante es que tampoco lo niegan- que están violando el acuerdo 2008 por no incorporar a una mesa de estudio a estas cooperativas, como sí lo prevé el documento firmado; se silencia que el subsidio a la permanencia no se ha otorgado en ninguno de los casos solicitados y tampoco se revé en detalles el colgamento 3, aunque está claro que la única salida para eso es el estudio y la readecuación de la deuda en general; en conclusión, nadie se hace cargo y miran para el costado.
En medio de esta situación ninguna autoridad dio la cara para decirles a los vecinos que es una ganga la propuesta: no hay lugar en el mundo que vayan a conseguir pagar medio millón de dólares (con los intereses se va más de eso incluso) en 45 años por sesenta y siete metros cuadrados, considerados vivienda social. Enviaron a los Gerentes que hacen esas notas -los cuales tampoco pagarían ni firmarían nada- a que dieran la cara, aunque debió ser la jerarquía política que lo hiciera.
Faltan actos concretos; faltan soluciones y voluntad de encontrarlas. El Ec. Mendive declara en “El Observador” que seguirán con las citaciones desconociendo lo esencial: no hay forma de negociar nada con papeles de remates y Clearing sobre la mesa. Pretende que hagan algo que él no haría y no demuestra tanta dureza con quienes cometen el “horror” de amenazar a gente que está pagando. Utiliza de coartada a un par de cooperativas (al menos en nuestro caso) haciendo caso omiso a lo que advertimos desde hace años: los saldos y las cuotas resultantes, con subsidio al interés incluido, escapan a toda lógica social, económica y edilicia. Así no es posible firmar nada.
Por su parte la Dirección Nacional de Vivienda parece ignorar que elevamos una propuesta, con montos de pagos a convenir sensiblemente inferiores. En una conversación informal (en la vereda el día de la movilización, la A. S. Lucía Etcheverry fue, de última, la única que dio la cara) plantea que ellos están cumpliendo con lo pactado, conformando la Comisión que estudia saldos, sin asociar que en estos casos hablamos de lo mismo: los saldos son un verdadero disparate para la implementación de cualquier acuerdo; sin comenzar a resolverlos no hay opción de pago. Pero lo más extraño, es que ella misma recibió nuestra propuesta para destrabar la situación de todas las cooperativas por encima de 4.000 Unidades Reajustables de deuda al día de hoy. No parece razonable o coherente que mientras se maneja esa opción –extraoficialmente reconocida como válida y sensata- no se intervenga en el tema de citaciones ni se elaboren ideas alternativas para avanzar. Los procedimientos empleados son algo así como recetar una aspirina para un cáncer de hígado. Asimismo, por más que intenten, desde el discurso, divorciar a los dos organismos o la instancia de negociación con la reglamento de la ANV para la morosidad, hay una falta de criterios evidentes que hacen peligrar cualquier diálogo futuro con prácticas más cercanas a las del ex BHU que a la de organismos sociales. Sería bueno, creo, que la Directora Nacional de Vivienda reconociera que su silencio durante tres meses no contribuyó a solucionar nada, estando al tanto de todo y de los pasos que se seguían.
Por estos motivos llegamos, el día 28, para hablar con la Ministra Muslera. Durante una hora nos tuvieron esperando porque se encontraba en “una audiencia” (luego los diarios revelarían que estaba firmando un acuerdo con otra Federación, cosa importante sin lugar a dudas, pero que no debería desmerecer nuestros reclamos), apostando como se hace siempre a desgastar, con el calor intenso, a la gente concentrada. Así y todo, decenas se quedaron esperando la entrevista, acompañando a la delegación que ingresaría. Hasta que comenzaron algunos gritos y corridas porque compañeros apostados en la esquina de 25 de mayo y Zabala la vieron “huir” en un auto del Ministerio. Quiero pensar que lo otro es folklore y que los petardos que lanzamos en la movilización alteraron la audición de los compañeros. No puedo creer que la Ministra, ante el reclamo de alguien que le dijo “estamos esperando que nos reciba Graciela”, le haya contestado “yo no tengo nada que ver con ustedes” y que alguien del auto (no iba ella sola, claro está) mientras aceleraba, gritó “que la inocencia les valga”. No estaba allí y solo me remito a lo narrado, creyendo que hay un mal entendido. Lo que me parece grave, de ser cierto que ella “no tiene nada que ver con nosotros” es que si lo tenga con las otras Federaciones porque aparece en todas las fotos: deberíamos tomarlo como algo personal entonces. Por otra parte, si la Ministra de Vivienda no puede actuar en los temas que hicimos público, estamos ante una anarquía incomprensible. Ya nuestra gente está armando la solicitud de entrevistas con Fernández Huidobro o con Lescano y no sabemos si tendremos que entrenar en puntería con alguna veintidós o jugarnos un picadito para encontrar una solución a los problemas habitacionales que denunciamos.
En lo personal creo que hay cuestiones más graves y que hacen, como manifesté al principio, al temple de los gobernantes. Quienes hacemos política cotidiana sabemos que los flashes y las cámaras son circunstanciales. Encandilan sí –y ese es el peligro- pero están de vez en cuando. La verdadera jerarquía, el verdadero liderazgo o autoridad se demuestra desde el silencio, desde la grisura y la medianía de lo cotidiano, donde negociar, dialogar incansablemente sin medios presentes, es lo arduo, intentando tejer cuando las cosas parecen no tener vuelta y no existen agujas ni hilos. Gobernantes, dirigentes sociales y sindicales sabemos que la norma es lo último, y que es, en realidad, el único trabajo que vale la pena. Estamos frente a una Ministra con una exposición pública bastante fuerte, por las prioridades, incluso, que el Gobierno nacional ha dado al tema de vivienda. Sucede que la vemos siempre con una lapicera o una llave en la mano. Creo que tiene una oportunidad importante, porque aún está a tiempo, de integrar el segundo grupo.
